Sin equipo de combate y con el Muro Rose finalmente penetrado, el 104to escuadrón se prepara para evacuar las villas en el camino de los Titanes. Mientras se dirigen a la seguridad del Muro Sheena, deciden pasar la noche en el Castillo Utgard. Pero su santuario se convierte en un matadero cuando descubren que, por alguna razón, ¡estos Titanes también atacan por la noche!